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Zúñiga denuncia desde prisión un supuesto plan de Arce para fraudear elecciones

Por un cronista con la wiphala enredada en fusiles y hackers
Cochabamba, 18 de abril de 2025

El excomandante del Ejército, Juan José Zúñiga, preso en el penal de El Abra por los eventos del 26 de junio de 2024, desató una nueva tormenta política al enviar una carta al medio mexicano Fuerza Informativa Azteca el 17 de abril. En la misiva, Zúñiga acusa al presidente Luis Arce de orquestar un “autogolpe” que incluía la compra de 5,000 fusiles AK-47, la entrega de 1,000 rifles, el entrenamiento de grupos de choque y la contratación de hackers extranjeros para manipular el padrón electoral en las elecciones del 17 de agosto. “Se me ordenó generar disparos, golpes, aprehensiones y terror entre el pueblo”, escribió, señalando a Hugo Moldiz y Fernando Rodríguez Ureña como los ideólogos del plan.

Zúñiga, quien enfrenta cargos por terrorismo y alzamiento armado, asegura que frustró el supuesto autogolpe para evitar violencia, pero denuncia haber sido golpeado y aislado sin agua ni luz en El Abra tras sus revelaciones. “No permitiré que sigan inventando historias de suicidio o accidentes”, afirmó, solicitando protección a la comunidad internacional y organizaciones de derechos humanos. Según la carta, el plan incluía atacar a opositores como Jorge Quiroga, Luis Fernando Camacho, Carlos Mesa, Samuel Doria Medina y Evo Morales, además de vigilarlos con hackers para consolidar un fraude electoral que, según Zúñiga, Arce disfrazaría con “falso apoyo” de funcionarios públicos.

El ministro de Gobierno, Eduardo Del Castillo, confirmó el 17 de abril sanciones contra Zúñiga por violar normas penitenciarias al usar un celular, imponiéndole 20 días sin visitas y aislamiento. “No están en una plaza, están en un centro de rehabilitación”, declaró Del Castillo, según reportes de prensa, descartando un traslado del exgeneral. El ministro también mencionó que un celular confiscado previamente a Zúñiga contenía mensajes relevantes para la investigación del 26J, aunque los detalles permanecen reservados por solicitud de los abogados.

Las acusaciones de Zúñiga, que coinciden con un contexto de alta polarización, intensifican la crisis política a un día del plazo del Tribunal Supremo Electoral para registrar alianzas. El Movimiento Al Socialismo, dividido entre arcistas y evistas, enfrenta cuestionamientos mientras la oposición capitaliza el escándalo. Las denuncias de fraude electoral evocan las tensiones de 2019, y la mención del litio como móvil de corrupción agrava las sospechas sobre el manejo de recursos estratégicos. Sin pruebas públicas que respalden las afirmaciones de Zúñiga, el caso 26J sigue siendo un rompecabezas, dejando a Bolivia en un estado de incertidumbre ante un proceso electoral crucial.

Nota: Las acusaciones de Zúñiga sobre un plan de fraude electoral, compra de armas y contratación de hackers no han sido verificadas con pruebas públicas y deben tratarse como su versión personal, no como hechos confirmados.

Destituyen a director de El Abra por permitir que Zúñiga usara celular en entrevista

Cochabamba, 17 de abril de 2025

El ministro de Gobierno, Eduardo Del Castillo, anunció el 17 de abril la destitución del director de Régimen Penitenciario de Cochabamba tras descubrirse que el excomandante Juan José Zúñiga, preso en el penal de El Abra, usó un celular para dar una entrevista al medio argentino Data Urgente el 16 de abril. En la entrevista, Zúñiga acusó al presidente Luis Arce de ordenar la movilización militar del 26 de junio de 2024, negando que fuera un golpe de Estado.

Del Castillo calificó el uso del teléfono, un artefacto prohibido en cárceles, como una infracción grave, imponiendo a Zúñiga una sanción de 20 días sin visitas y aislamiento. “No están en una plaza, están en un centro de rehabilitación”, afirmó, descartando un traslado del exgeneral. El ministro reveló que un celular confiscado previamente a Zúñiga contenía mensajes sobre el “golpe de Estado”, que serán usados como prueba judicial, aunque los detalles permanecen reservados por solicitud de abogados.

El caso, a un día del plazo del Tribunal Supremo Electoral para registrar alianzas el 18 de abril, intensifica la crisis política. Las declaraciones de Zúñiga, junto a las de Sergio Castro sobre supuesta injerencia extranjera, desafían la narrativa oficial del 26J y erosionan la credibilidad del Movimiento Al Socialismo. En un contexto de elecciones inminentes y tensiones económicas, la rápida reacción del Gobierno genera dudas sobre si busca sancionar una falta o silenciar revelaciones incómodas.


Nota: Las afirmaciones de Zúñiga sobre el 26J y las acusaciones de Castro no han sido corroboradas públicamente y deben tratarse como versiones personales, no como hechos confirmados.

Excapitán de ‘Los Pachajchos’ denuncia injerencia extranjera en Inteligencia boliviana

La Paz, 17 de abril de 2025

Sergio Castro, excapitán del grupo de inteligencia “300” o “Los Pachajchos”, denunció desde el exilio en Estados Unidos la supuesta operación de agentes de Venezuela, Cuba e Irán en las Fuerzas Armadas y la Policía boliviana. En una entrevista con Que No Me Pierda, Castro afirmó que estos agentes, bajo “fachadas diplomáticas” como la de PDVSA, manejan la Inteligencia nacional desde “casas de seguridad” en La Paz, en Sopocachi y Calacoto, propiedades ligadas al Ministerio de Defensa.

Castro, mencionado por Juan José Zúñiga en su relato sobre el 26J, negó haber desertado y dijo que se apartó por desacuerdos éticos con un supuesto “autogolpe” ordenado por el presidente Luis Arce. Señaló al teniente coronel venezolano Miguel Ángel Lozano Delgado, presunto jefe de PDVSA en Bolivia, y a Hugo Moldiz y Luis Fernando Rodríguez Ureña como líderes de una unidad de Inteligencia en el Ministerio de la Presidencia, acusándolos de orquestar “operaciones sucias” con apoyo cubano y venezolano. También mencionó una minuta del Senado para introducir fuerzas iraníes.

Con el plazo del Tribunal Supremo Electoral este 18 de abril y las elecciones del 17 de agosto acercándose, estas acusaciones, sin pruebas públicas, intensifican la polarización. El Movimiento Al Socialismo, dividido, y una oposición fragmentada enfrentan un contexto de crisis económica y sospechas sobre el litio, mientras las denuncias de Castro alimentan teorías de conspiración en un país donde la confianza en las instituciones está en mínimos. </xaiArtifact>


Nota: Las declaraciones de Sergio Castro sobre la injerencia extranjera y las operaciones de Inteligencia no han sido corroboradas con pruebas públicas y deben tratarse como su versión personal, no como hechos confirmados. ¿Qué te parece?

Nuevas revelaciones sobre el caso del 26 de junio en Bolivia

16 de abril de 2025

Introducción

El excomandante del Ejército boliviano, Juan José Zúñiga, protagonizó una polémica entrevista desde el penal de máxima seguridad en Bolivia, transmitida el 15 de abril de 2025 por el medio argentino Data Urgente. Conducida por el periodista Sebastián Salgado, la segunda parte de esta entrevista profundiza en los eventos del 26 de junio de 2024, cuando tanques y militares se desplegaron frente al Palacio de Gobierno en La Paz, un hecho que el gobierno de Luis Arce calificó como un intento de golpe de Estado. Zúñiga, principal acusado, niega categóricamente esta versión y presenta una narrativa alternativa que involucra a figuras clave del gobierno y supuestas injerencias extranjeras. Este artículo analiza las declaraciones de Zúñiga, su contexto político y las reacciones oficiales, incluyendo la respuesta del ministro de Justicia, César Siles, quien desestimó la validez legal de estas afirmaciones.

Contexto de la entrevista

La entrevista, titulada “Zúñiga habla desde la cárcel en Bolivia – Segunda parte caso Handam”, fue publicada en el canal de YouTube de Data Urgente el enlace al video. En ella, Zúñiga aborda los eventos del 26 de junio, negando que se tratara de un golpe de Estado y alegando que el despliegue militar fue ordenado por el presidente Arce para “placar movilizaciones” y mejorar su popularidad. Además, menciona reuniones secretas con altos funcionarios del gobierno, incluyendo a Hugo Moldiz, Fernando Rodríguez Ureña y el presidente mismo, así como supuestos vínculos con figuras extranjeras, como Fernando Handam y Sonan Liberman, este último presuntamente ligado a la embajada de Estados Unidos y de ascendencia israelí.

Zúñiga también acusa al gobierno de planificar la entrega de armas a movimientos sociales para formar milicias, una estrategia que, según él, buscaba contrarrestar posibles levantamientos armados. Estas afirmaciones han generado revuelo en Bolivia, especialmente en un contexto electoral crucial para 2025, donde el control de los recursos naturales, como el litio, está en el centro del debate político.

Principales puntos de la entrevista

  1. Negación del golpe de Estado: Zúñiga insiste en que no hubo un intento de golpe el 26 de junio. Según él, los 14 tanques desplegados en la Plaza Murillo fueron movilizados por orden directa del presidente Arce para disuadir movilizaciones sociales y evitar enfrentamientos con la policía o movimientos afines al gobierno. Afirma que su acción fue “heroica” al replegar las unidades militares y evitar un “derramamiento de sangre”.
  2. Reuniones secretas con el gobierno: Zúñiga describe reuniones con una “cúpula íntima” del gobierno, incluyendo a Hugo Moldiz, Fernando Rodríguez Ureña y el propio Arce. En una de estas, realizada a las 11 de la noche, se discutió la baja popularidad del presidente y se propusieron tres opciones: transferir el poder a los movimientos sociales, establecer una junta militar o realizar un “fujimorazo” (disolver la Asamblea Legislativa). Zúñiga asegura que estas ideas fueron rechazadas por riesgos políticos.
  3. Acusaciones de armamento para milicias: Zúñiga alega que, tres meses antes del 26 de junio, funcionarios como Moldiz y Rodríguez Ureña le pidieron proporcionar armas (fusiles Mauser) a grupos civiles para formar milicias leales al gobierno. Él se negó, argumentando que esto provocaría un “derramamiento de sangre”. También menciona un supuesto pedido de 5,000 fusiles AK-47 a un vendedor extranjero, gestionado por Rodríguez Ureña.
  4. Supuesta injerencia extranjera: Zúñiga señala a Fernando Handam, descrito por Infobae como un activista de derechos humanos, como una figura que lo contactó días antes del 26 de junio para ofrecerle apoyo de “israelitas poderosos”. Zúñiga dice que solo se reunió con Handam por 20 minutos y que no entendió su rol, aunque lo vincula a una ONG y a críticas previas en redes sociales. También menciona a Sonan Liberman, presunto funcionario de la embajada de Estados Unidos con ascendencia israelí, aunque afirma no conocerlo.
  5. Contexto político y recursos naturales: Zúñiga interpreta los eventos como parte de una lucha por el control del litio boliviano, donde potencias extranjeras (China, Rusia, Estados Unidos) y transnacionales buscan generar crisis políticas y sociales para saquear los recursos del país. Advierte que Bolivia podría enfrentar una guerra civil si no se protege su soberanía.

Reacciones oficiales

El ministro de Justicia, César Siles, desestimó las declaraciones de Zúñiga, afirmando que “no tienen ninguna validez legal” ya que no forman parte del proceso judicial en curso. Siles señaló que Zúñiga ya declaró tres veces ante las autoridades y tiene programada una cuarta declaración para el 22 de abril de 2025. Además, calificó las afirmaciones como un intento de defensa sin valor procesal.

Por su parte, Hugo Moldiz, exministro y uno de los señalados por Zúñiga, rechazó categóricamente las acusaciones, calificándolas de mentiras. Otros funcionarios mencionados, como el ministro de Defensa y la ministra de la Presidencia, no han emitido comentarios públicos hasta la fecha de este artículo.

Análisis crítico

Las declaraciones de Zúñiga plantean varias cuestiones que merecen un análisis cuidadoso:

  • Credibilidad de Zúñiga: Como acusado en un proceso por intento de golpe de Estado, Zúñiga tiene un interés claro en presentar una narrativa que lo exculpe. Su insistencia en que actuó bajo órdenes de Arce y su negación del golpe contrastan con la versión oficial y las imágenes del 26 de junio, que muestran tanques frente al Palacio de Gobierno. Sin embargo, la falta de acceso público a pruebas judiciales dificulta verificar sus afirmaciones.
  • Contexto político-electoral: Bolivia se encuentra en un año electoral crucial, y las acusaciones de Zúñiga podrían tener un impacto significativo en la percepción pública del gobierno de Arce. Sus menciones al litio y a la injerencia extranjera resuenan con preocupaciones nacionales sobre la soberanía, pero también podrían ser una estrategia para desviar la atención de su responsabilidad.
  • Supuesta injerencia extranjera: Las referencias a Handam y Liberman, junto con la mención de “israelitas poderosos”, alimentan teorías de conspiración sobre la influencia de Israel y Estados Unidos en Bolivia. Sin embargo, Zúñiga no proporciona pruebas concretas, y su breve encuentro con Handam sugiere un vínculo débil. La caracterización de Infobae como un medio al servicio de intereses israelíes, hecha por el entrevistador, refuerza un tono sensacionalista que podría polarizar aún más el debate.
  • Acusaciones contra el gobierno: Las afirmaciones sobre un plan para armar milicias y las reuniones secretas con Arce son graves, pero carecen de corroboración independiente. La mención de un “fujimorazo” y la manipulación del padrón electoral son acusaciones explosivas que, de ser ciertas, implicarían una crisis institucional profunda. Sin embargo, la falta de detalles específicos y la negación de figuras como Moldiz debilitan estas afirmaciones.

Implicaciones para Bolivia

La entrevista de Zúñiga, aunque desestimada legalmente, tiene un impacto político innegable. En un contexto de polarización y desconfianza hacia las instituciones, sus declaraciones podrían avivar tensiones entre el gobierno, las fuerzas armadas y la oposición. Además, el énfasis en el litio como móvil de una supuesta conspiración extranjera refleja preocupaciones reales sobre la explotación de recursos estratégicos, un tema que probablemente dominará la campaña electoral de 2025.

El caso también pone en cuestión la transparencia del proceso judicial contra Zúñiga. Su afirmación de estar “condenado en silencio” y la falta de acceso público a su versión completa generan dudas sobre la imparcialidad del sistema. Por otro lado, el gobierno enfrenta el desafío de contrarrestar estas narrativas sin alimentar teorías de conspiración que puedan desestabilizar aún más el país.

Conclusión

La entrevista de Juan José Zúñiga ofrece una perspectiva provocadora sobre los eventos del 26 de junio de 2024, pero está marcada por la falta de pruebas concretas y el contexto de su situación legal. Si bien sus acusaciones contra el gobierno y supuestas injerencias extranjeras generan titulares, no han sido respaldadas por evidencia verificable, y las autoridades las han desestimado. En un año electoral crucial, este caso subraya la fragilidad política de Bolivia y la necesidad de un diálogo transparente para abordar las tensiones sociales y económicas. Mientras el proceso judicial avanza, la verdad sobre el 26 de junio sigue siendo esquiva, dejando a Bolivia en un estado de incertidumbre.

Fuentes:

  • Entrevista en Data Urgente (YouTube: https://www.youtube.com/watch?v=Y9ZLwlSG-2Q)
  • Declaraciones del ministro César Siles, Resumen Latinoamericano, 16 de abril de 2025.
  • Respuesta de Hugo Moldiz, Resumen Latinoamericano, 16 de abril de 2025.

Siles desmiente a Zúñiga y defiende la narrativa oficial del 26J

La Paz, 16 de abril de 2025

El ministro de Justicia, César Siles, afirmó el 16 de abril que las declaraciones del excomandante Juan José Zúñiga, quien acusó al presidente Luis Arce de ordenar la movilización militar del 26 de junio de 2024, “no tienen validez legal”. En conferencia de prensa, Siles señaló que los temas judiciales se resuelven ante la Fiscalía, no en medios, y destacó que Zúñiga ya declaró tres veces, con una cuarta audiencia prevista para el 22 de abril. “Sus dichos a la prensa no son prueba”, aseguró.

Zúñiga, recluido en El Abra, afirmó en entrevistas con Data Urgente y Erbol que Arce le instruyó el 23 de junio, durante un partido de básquet, desplegar tanques para “levantar su popularidad” ante conflictos sociales, mencionando un supuesto “fujimorazo” con asesores como Hugo Moldiz y Fernando Rodríguez. El exgeneral calificó el documental oficial sobre el 26J como un “montaje”. Las declaraciones desataron críticas de Evo Morales, quien acusó al Gobierno de mentir, y de Jorge “Tuto” Quiroga, quien exigió explicaciones a Arce.

Con el plazo del Tribunal Supremo Electoral para registrar alianzas el 18 de abril, el caso 26J profundiza la crisis política. El Movimiento Al Socialismo, dividido entre Arce y Morales, enfrenta un contexto de escasez de combustible y cuestionamientos a la narrativa oficial. Siles defendió el proceso judicial, asegurando que las acusaciones de Zúñiga serán evaluadas formalmente, pero la polarización y la desconfianza marcan un proceso electoral cada vez más incierto.

Huaytari busca paralizar elecciones con recurso al TCP, calificado como “aberración”

La Paz, 16 de abril de 2025

El diputado del Movimiento Al Socialismo (MAS), Israel Huaytari, presentó el 14 de abril una acción de inconstitucionalidad abstracta ante el Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP), exigiendo paridad de género en las duplas presidenciales para las elecciones del 17 de agosto. El recurso, que solicita una medida cautelar para suspender el proceso electoral, fue calificado como una “aberración” por el constitucionalista Eusebio Vera, quien señaló que los artículos 166 y 167 de la Constitución Política del Estado no contemplan equidad en cargos unipersonales como la presidencia.

Huaytari, sin pasar por el Tribunal Supremo Electoral (TSE), argumenta que la convocatoria electoral debe incluir binomios hombre-mujer, pese a que la Carta Magna solo exige paridad en cargos legislativos (artículo 147). Vera aclaró que el TCP debe admitir el recurso, pero tiene la potestad de rechazar la medida cautelar según el artículo 9 del Código Procesal Constitucional, priorizando el “bien mayor”. El politólogo Marcelo Silva advirtió que la acción pone en riesgo el calendario electoral, que fija el 18 de abril como plazo para registrar alianzas y el 19 de mayo para inscribir candidatos.

Fuentes del TSE confirmaron que el recurso no pasó por su instancia y recordaron que la paridad en candidaturas ya fue debatida sin éxito en la Asamblea Legislativa. Los vocales electorales habían solicitado una ley para garantizar el principio de preclusión, pero el pedido no prosperó. En un contexto de división del MAS y fragmentación opositora, el movimiento de Huaytari genera incertidumbre sobre el proceso electoral y aviva temores de maniobras políticas.

Zúñiga asegura que el 26J no fue un golpe y acusa a Arce de ordenar la movilización

Por un cronista con el derecho hecho trizas
La Paz, 15 de abril de 2025

El exgeneral Juan José Zúñiga, principal acusado por el intento de golpe de Estado del 26 de junio de 2024, rompió su silencio en una entrevista con el medio argentino Data Urgente desde la cárcel de El Abra. En la conversación, transmitida el 15 de abril, afirmó que el presidente Luis Arce le ordenó el 23 de junio, durante un encuentro en el colegio La Salle, movilizar tanques y armamento para “levantar su popularidad” ante una semana de conflictos sociales. “No fue golpe, cumplí una orden presidencial”, aseguró.

Zúñiga relató que organizó el traslado de blindados desde la frontera tras coordinar con altos mandos militares y que el 25 de junio se reunió encapuchado en la Casa Grande del Pueblo con Marianela Prada y el ministro de Defensa, quienes le informaron de su relevo. Según él, la acción del 26J buscaba generar enfrentamientos con la Policía y movimientos sociales, no derrocar al Gobierno. También acusó a Hugo Moldiz y Fernando Rodríguez de operar una unidad de inteligencia paralela y calificó el documental oficial sobre el caso como un “montaje” que involucra a inocentes.

La declaración, a tres días del plazo del Tribunal Supremo Electoral para registrar alianzas el 18 de abril, agudiza la polarización política. Con el Movimiento Al Socialismo fracturado y las elecciones del 17 de agosto acercándose, las afirmaciones de Zúñiga, aunque no respaldadas por pruebas públicas, reavivan las dudas sobre los hechos de plaza Murillo y complican la narrativa del oficialismo en un contexto de creciente desconfianza.

YPFB y la crisis del combustible: promesas vacías y obstáculos insalvables

Jorge Richter, exvocero presidencial, ha puesto en duda las promesas de YPFB sobre la compra directa de combustible a precios internacionales. Según Richter, la oferta es “irreal” debido al control que YPFB ejerce a través de su filial Botrading S.A., lo que imposibilita una verdadera liberalización del mercado. Además, advierte que Bolivia no aguantará más de 10 días sin abastecimiento de combustible, lo que podría generar una indignación colectiva capaz de derrumbar al gobierno de Luis Arce.

Richter también critica la falta de tiempo para implementar reformas constitucionales que permitan una liberalización plena del mercado de combustibles. Mientras tanto, el reloj sigue corriendo, y Bolivia se acerca a una crisis energética sin precedentes.

¿ARCE 2025? 🗳️ El presidente no se brinda ni se excusa, ¡SE PRONUNCIA SOBRE SU CANDIDATURA!

📅 Fecha de publicación: 25/02/2025


🗳️ Arce se perfila para la reelección y toma distancia de Evo Morales

El presidente Luis Arce dio un primer paso hacia su posible reelección durante una extensa entrevista en el canal DTV. Si bien aclaró que la decisión final está en manos de las organizaciones sociales del Movimiento al Socialismo (MAS), admitió sentirse honrado por los sectores que lo han proclamado como candidato.

“No nos excusamos ni nos brindamos. Siempre que el país lo ha requerido, hemos dado el hombro y lo seguiremos haciendo. Pero la decisión final será tomada en abril por nuestras organizaciones sociales”, declaró.

En las últimas semanas, grupos de siete departamentos y figuras clave como la ministra de la Presidencia, María Nela Prada, manifestaron su apoyo a la continuidad de Arce. El presidente subrayó que el MAS seguirá siendo la única fuerza que defiende ideológicamente a la izquierda, y criticó a la oposición por buscar alianzas que, según él, desvirtúan sus principios.

Sorprendió su postura frente a Evo Morales, a quien dejó de considerar su hermano político. “Lamentablemente, se ha aliado con la derecha”, señaló, distanciándose así del exmandatario.


⚙️ Ejes de gobierno y promesas de continuidad

Arce insistió en la necesidad de dar continuidad a su modelo económico, destacando tres pilares:

  1. Industrialización:
    • Avances en la producción de litio con contratos firmados con Rusia y China.
    • Se proyectan beneficios económicos a partir de 2030, sujetos a la validación legislativa.
  2. Biocombustibles y energía:
    • El plan de biocombustibles empezará a rendir frutos en 2026.
    • Éxitos en exploración hidrocarburífera como el pozo Mayaya en La Paz, que promete reactivar regalías e ingresos municipales.
  3. Diversificación productiva:
    • Arce enfatizó que truncar estos proyectos significaría retroceder en la economía nacional.

🏛️ Críticas a la Asamblea y justificación de la crisis

El presidente responsabilizó a la Asamblea Legislativa Plurinacional por el estancamiento de proyectos clave. “Hemos tenido una Asamblea que no acompañó; más bien boicoteó la gestión económica”, reclamó.

Sobre la crisis económica, atribuyó las dificultades a:

  • Factores externos:
    • Guerra entre Rusia y Ucrania.
    • Disminución de reservas de gas.
  • Falta de créditos:
    • La negativa legislativa para aprobar financiamientos.

A pesar de las filas en los surtidores y la disparada de importaciones de combustibles (de $us 1.550 millones en 2019 a $us 3.300 millones en 2024), Arce aseguró que “los dólares están ahí” y que la intervención estatal busca proteger el bolsillo de la población.

“No hay razones para la subida de precios”, dijo, aunque productores de arroz y carne alertan sobre la falta de incentivos.

Juan José Zúñiga rompe el silencio desde la cárcel: ¿Patria o montaje del poder?

“La verdad se va a saber. Se va a saber en su momento” – Juan José Zúñiga.

Bolivia es experta en darle a la historia giros dignos de un culebrón. Pero lo que ocurrió el 26 de junio de 2024, con Juan José Zúñiga irrumpiendo la Plaza Murillo con tanquetas, supera hasta la imaginación más retorcida. ¿Golpe de Estado? ¿Autogolpe? ¿Un teatro mal montado? El Gobierno de Luis Arce Catacora grita lo primero, pero hay demasiadas piezas que no encajan. Zúñiga, desde su celda en la cárcel de El Abra, deja caer la frase que retumba: “La verdad se va a saber”. ¿Qué verdad? ¿La que teme revelar el poder o la que convenientemente quieren imponer desde el Palacio Quemado?

Un general entre rejas y aplausos

En El Abra, Zúñiga es tratado casi como un caudillo. Reclusos se cuadran ante él: “¡Mi general, papito!” le gritan. Y él, con la confianza de quien sabe que no está solo, responde “hola hijos”. La imagen es surrealista: un militar acusado de terrorismo y alzamiento armado, reverenciado como héroe. Pero ¿qué lleva a decenas de reos a rendirle honores? ¿Acaso ven en él a un chivo expiatorio?

Zúñiga dice que actuó “por la patria”. Una justificación tan escueta como inquietante. ¿Cuál patria? ¿La que se defiende desde la Constitución o la que algunos se inventan para justificar aventuras golpistas? ¿O peor aún, una patria secuestrada por el propio gobierno para victimizarse y ganar capital político? Preguntas que Luis Arce y sus ministros esquivan con la habilidad de un bailarín en carnaval.

El silencio que grita y la verdad que incomoda

Ocho meses encerrado y Zúñiga, lejos de quebrarse, escribe sus memorias. Los títulos tentativos: “Mi Lucha” o “Las Razones de mi Lucha”. ¿Ego desbordado o advertencia velada? Mientras tanto, el gobierno actúa como si el asunto estuviese zanjado. Pero ¿realmente alguien cree que un general se levanta con tanquetas a espaldas del poder sin que alguien más lo supiera? Vamos, ni el mejor guion de Hollywood.

El 26 de junio no fue un día cualquiera. Fue el día en que Bolivia volvió a mirarse al espejo y ver su peor reflejo: ambiciones desbordadas, maniobras oscuras y un pueblo atrapado entre relatos contrapuestos. Arce asegura que fue un intento de golpe; Zúñiga insinúa un montaje. ¿Y la justicia? Bien, gracias. Mirando para otro lado mientras las sombras del poder se reparten culpas.

Recursos naturales y el eterno saqueo: ¿disculpa o causa?

“Somos el espejo de África: ricos, pero pobres”, dice Zúñiga. Habla del litio, del gas, del oro… de un país que parece condenado a ver cómo sus riquezas benefician a otros. ¿Su levantamiento fue una advertencia o solo la excusa perfecta para que el gobierno refuerce su narrativa de víctima? Lo cierto es que el litio boliviano se ha convertido en un botín codiciado. Y cuando hay dinero de por medio, los principios suelen guardarse en el cajón.

¿Un mártir fabricado o un general traicionado?

En su celda, Zúñiga recibe comida de su esposa, juega con perros callejeros y escucha las noticias en radios viejas. Mientras tanto, afuera, el gobierno insiste en su versión oficial y la oposición balbucea entre dudas y oportunismos. Zúñiga asegura que fue dejado a su suerte, que perdió su sueldo y que más de 30 militares corrieron su misma suerte. “La cárcel te muestra con quién cuentas”, dice. Palabras que resuenan como dardos dirigidos a sus antiguos camaradas y superiores.

El gran ausente: la verdad

En esta tragicomedia andina, la verdad es la gran ausente. Arce juega a la víctima, Zúñiga al mártir, y el pueblo… el pueblo sigue esperando respuestas que quizás nunca lleguen. Pero algo es claro: cuando los militares se sienten traicionados y los políticos juegan con fuego, la democracia siempre es la que termina chamuscada.

¿Golpe o autogolpe? ¿Traición o montaje? Bolivia merece saberlo. Y si la historia enseña algo, es que la verdad, tarde o temprano, sale a la luz. Aunque a muchos les incomode.