La fecha está definida e inmodificable
El Tribunal Supremo Electoral (TSE) confirmó que las elecciones presidenciales en Bolivia se realizarán el 17 de agosto de 2025. La decisión fue anunciada por el presidente del TSE, Óscar Hassenteufel, en una conferencia de prensa en Santa Cruz. Según explicó, esta fecha ha sido determinada tras realizar “estudios técnicos y jurídicos” y no será sujeta a modificaciones.
“La fecha de la elección es el 17 de agosto del año 2025”, enfatizó Hassenteufel, dejando claro que el proceso electoral se desarrollará dentro de los plazos establecidos por las leyes bolivianas. Además, la convocatoria oficial para los comicios será emitida entre la primera y la segunda semana de abril de 2025.
Blindaje electoral y encuentro político multisectorial
Ante las crecientes críticas de algunos sectores que cuestionan la transparencia del TSE y temen una posible prórroga del gobierno de Luis Arce, Hassenteufel aseguró que se tomarán medidas para garantizar la legitimidad del proceso electoral.
En este contexto, el titular del TSE confirmó un encuentro político multisectorial y partidario para el próximo 17 de febrero, cuyo objetivo será coordinar acciones que permitan blindar el proceso electoral.
“Lo que nos interesa es lograr un blindaje de ese proceso electoral para que se inicie, se desarrolle y concluya dentro del plazo establecido por las normas legales y sin ninguna interferencia”, aseguró.
Expectativas y desconfianza hacia el proceso electoral
El anuncio llega en un momento de alta tensión política, donde diversos sectores han manifestado su desconfianza hacia instituciones clave como el TSE y el Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP). Algunos actores políticos han señalado un supuesto interés por prorrogar el mandato de Arce, lo que ha generado críticas y debates en el ámbito político.
Con el cronograma electoral definido, todas las miradas estarán puestas en los próximos pasos del TSE y en las garantías que ofrezca para asegurar que las elecciones se desarrollen de manera justa y transparente.
Conclusión: Un desafío para la democracia boliviana
La definición de la fecha de las elecciones presidenciales marca un momento crucial en la política boliviana. Con la confianza pública en juego y la necesidad de un proceso electoral blindado, el TSE enfrenta el reto de asegurar la transparencia y legitimidad de los comicios.
La cita del 17 de agosto de 2025 promete ser histórica, no solo por la elección de nuevas autoridades, sino también por el impacto que tendrá en la estabilidad política y social del país.