El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ha anunciado el cierre de la Embajada y Consulados venezolanos en Ecuador como muestra de solidaridad con México, tras el asalto a la Embajada mexicana en Quito. Este incidente tuvo lugar cuando la fuerza pública ecuatoriana irrumpió en la Embajada para detener al exvicepresidente Jorge Glas, quien se encontraba refugiado en el lugar y a quien se le había otorgado asilo diplomático horas antes.
Maduro realizó este anuncio durante una reunión extraordinaria de jefes de Estado de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), convocada para abordar el tema del asalto a la sede diplomática. En sus declaraciones, el mandatario venezolano ordenó el cierre inmediato de la Embajada en Ecuador, así como de los Consulados en Quito y Guayaquil, y el retorno del personal diplomático a Venezuela.
El presidente Maduro expresó su apoyo a la propuesta de México para expulsar a Ecuador de la Organización de Naciones Unidas (ONU) y respaldó la demanda mexicana ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) contra el país suramericano. Insistió en que Ecuador debe disculparse ante la comunidad internacional y restituir la situación original, incluyendo el reconocimiento del asilo político de Jorge Glas y permitirle salir del país hacia México.
Además, Maduro reprochó al presidente ecuatoriano, Daniel Noboa, por no haberse presentado ante la Celac para asumir su responsabilidad en el incidente. Criticó las declaraciones de Noboa en las que expresó su orgullo por el asalto a la Embajada mexicana y su negativa a reconocer el carácter inviolable de las sedes diplomáticas.
El asalto a la Embajada de México ocurrió el 5 de abril, durante el cual la fuerza pública ecuatoriana detuvo a Jorge Glas y agredió al personal diplomático mexicano. Este suceso provocó la ruptura de relaciones diplomáticas entre México y Ecuador, así como la denuncia de México ante la CIJ.
Reflexión:
El cierre de las sedes diplomáticas venezolanas en Ecuador en solidaridad con México y la condena internacional al asalto a la Embajada mexicana plantean importantes interrogantes sobre el respeto al derecho internacional y la inviolabilidad de las sedes diplomáticas. Este incidente refleja la necesidad de mantener un diálogo constructivo entre los países de la región para resolver conflictos y preservar la estabilidad y el respeto mutuo. Asimismo, destaca la importancia de fortalecer los mecanismos de protección diplomática para garantizar la seguridad del personal y los ciudadanos en el extranjero. La comunidad internacional debe actuar de manera unida para defender los principios fundamentales del derecho internacional y prevenir la escalada de tensiones y conflictos en la región.