El ministro de Asuntos Exteriores de Ucrania, Dmitri Kuleba, ha respondido firmemente a las palabras del papa Francisco, quien sugirió que el bando perdedor en el conflicto de Ucrania debería tener el coraje de aceptar negociaciones y levantar una bandera blanca para evitar más pérdidas humanas.
En una declaración contundente en su cuenta oficial, Kuleba rechazó la idea de levantar una bandera blanca, afirmando que la bandera ucraniana es amarilla y azul, y que Kiev “nunca levantará ninguna otra bandera”. Este comentario hace referencia a la estrategia del Vaticano en la primera mitad del siglo XX, instando a evitar repetir los errores del pasado y a apoyar a Ucrania en su lucha por la justicia y la seguridad de su pueblo.
El canciller ucraniano expresó su agradecimiento al papa Francisco por sus oraciones, pero lo instó a realizar una visita apostólica a Ucrania para brindar apoyo directo a más de un millón de ciudadanos ucranianos afectados por el conflicto.
Las declaraciones de Kuleba se producen después de que el papa Francisco hiciera hincapié en la importancia de negociar para evitar más derramamiento de sangre. El pontífice destacó que la palabra “negociar” es valiente y que es esencial tener el coraje de buscar soluciones pacíficas, especialmente cuando la situación indica que el conflicto no tiene un desenlace favorable.
El papa Francisco también mencionó que varias potencias internacionales, incluida Turquía, se han ofrecido a mediar en las conversaciones entre Rusia y Ucrania. Sin embargo, Kuleba reafirmó la postura de Ucrania de no ceder ante la presión y continuar luchando por su soberanía e integridad territorial.
El intercambio de opiniones entre el papa Francisco y el canciller Kuleba refleja las complejidades y los desafíos en torno al conflicto en Ucrania, así como la importancia de buscar vías pacíficas para resolver las diferencias y evitar más sufrimiento para el pueblo ucraniano.