Después de más de tres años y cuatro meses tras las rejas, Marcel Rivas, exdirector de Migración durante la gestión de Jeanine Áñez, recibió este jueves la noticia de que se le concederá detención domiciliaria. Esta decisión, tomada por un juez, marca un nuevo capítulo en el prolongado proceso legal que ha enfrentado Rivas desde su detención en noviembre de 2020.
El abogado de Rivas, Karlo Brito, anunció que además de la detención domiciliaria, se ha establecido el arraigo y la obligación de presentar cuatro garantes para garantizar el cumplimiento de las condiciones impuestas por la justicia.
La detención de Marcel Rivas estuvo relacionada inicialmente con presuntas irregularidades en la emisión de alertas migratorias, así como acusaciones de favorecer la fuga de exministros del gobierno de Áñez. Aunque fue absuelto de los cargos relacionados con la facilitación de la fuga de exministros, cumplió una sentencia de tres años por las presuntas irregularidades en la emisión de alertas migratorias.
Durante su tiempo en prisión, Marcel Rivas enfrentó diversos desafíos, incluidos problemas de salud que llevaron a una huelga de hambre en un intento por obtener atención médica adecuada. Ahora, con la detención domiciliaria, se espera que pueda recuperarse en un entorno más propicio mientras continúa su proceso legal.
La decisión de otorgar la detención domiciliaria a Marcel Rivas marca un paso significativo en su largo camino legal, pero también plantea preguntas sobre el equilibrio entre la justicia y los derechos humanos en el sistema judicial boliviano.