Argentina enfrenta una ola de protestas por el aumento de la pobreza bajo el Gobierno de Milei
En Argentina, las calles han sido testigo de una creciente ola de protestas debido al preocupante aumento de la pobreza en los primeros meses de Gobierno de Javier Milei. Los recortes implementados por el presidente ultra han generado problemas significativos en la población más vulnerable, lo que ha llevado a diversos colectivos sociales a movilizarse contra el Gobierno en busca de soluciones urgentes.
La situación se ha vuelto especialmente crítica en los últimos meses, con un notable incremento en la pobreza que ha alcanzado el 57,4%, con un aumento del 12%, y la indigencia que ha llegado al 15%. Estas cifras son comparables con la crisis que sufrió el país en el año 2001, pero con un aumento aún más vertiginoso.
Una de las manifestaciones más destacadas tuvo lugar en la avenida 9 de Julio, en Buenos Aires, donde ciudadanos y movimientos sociales se congregaron bajo la consigna «el hambre no espera». La protesta, organizada en 500 lugares del país, denunció la falta de entrega de alimentos por parte del ministerio de Desarrollo Humano, lo que ha dejado desatendidos a más de 40.000 comedores populares en todo el país.
La emergencia alimentaria se ha convertido en una preocupación apremiante para muchas organizaciones sociales, como la Garganta Poderosa, que trabaja en las villas miserias de Buenos Aires. Marisela Escalante, parte de esta organización, resalta la urgencia de una solución a los problemas que enfrenta la población más empobrecida.
Los recortes en los gastos del Estado, promovidos por el presidente Milei como parte de un «ajuste severo», han tenido graves repercusiones en la vida cotidiana de los argentinos. La falta de acceso a alimentos, medicamentos y servicios básicos ha generado una creciente indignación y ha llevado a una serie de manifestaciones y paros en todo el país.
En medio de esta crisis social y económica, la población argentina enfrenta un futuro incierto, mientras las protestas y la resistencia a las políticas gubernamentales continúan en aumento. La pregunta que queda en el aire es si el Gobierno de Milei podrá responder eficazmente a las demandas y necesidades de sus ciudadanos, o si la situación empeorará antes de mejorar.